En el marco de la FIL 2021 celebraron la ceremonia de entrega del Premio de Literaturas Indígenas de América
La paz y la tranquilidad en las comunidades indígenas de Guerrero no llegará con la militarización, sino con el diálogo, el respeto y la articulación de programas sociales, afirmó el narrador mixteco Florentino Solano, quien recibió este viernes por la tarde el Premio de Literaturas Indígenas de América (PLIA) 2021, durante la FIL de Guadalajara.
“El Estado mexicano tiene que desmilitarizar a los pueblos originarios, porque no es la manera de llevarles paz, es con programas sociales, es atendiendo las necesidades reales. En los últimos meses hemos leído en medios casos de venta de niñas, y algunos se ofenden cuando hablamos de ese tema, pero debemos de abrir el diálogo, comenzar a hablar de lo que no está bien, comenzar a ver los derechos de las mujeres; hay muchos temas que tenemos que atender no sólo en Guerrero, sino en las comunidades de Oaxaca, Chiapas y Yucatán”, denunció Solano.
Este narrador mixteco obtuvo el premio por La danza de las balas, una crónica en la que retoma un hecho trágico con militares en una fiesta tradicional en el año 2000, que ha estado en la memoria del pueblo mixteco de Metlatónoc, en las montañas de Guerrero y que terminó de escribir durante el periodo de aislamiento por la pandemia en lengua Tu´un savi (mixteco).
La Secretaria de Cultura de Jalisco, Lourdes González, dijo que hacer crónica escrita en lengua materna refleja las particularidades en un país donde el español no es, ni de cerca, la única lengua, sino que “se acompaña de otras 69 que entretejen el mosaico de la identidad cultural y las diferentes perspectivas que la abordan”.
Añadió que la crónica es un medio para mantener vivas las historias de los pueblos originarios y para que la identidad colectiva transite de la oralidad a la escritura.
El Presidente del PLIA, Gabriel Pacheco Salvador, recordó que los autores indígenas escriben en lengua materna y después deben traducir a una segunda lengua para extender la difusión de su trabajo literario a otras partes del mundo.
Destacó el trabajo de Solano, quien además es traductor, músico tradicional y trabajador agrícola, cuya labor ha sido la de ayudar a que su lengua materna no desaparezca como otras, cuyo uso queda sólo en los ancianos, pues las nuevas generaciones no las practican.
Luego de entregar el premio, el Vicerrector Ejecutivo de la Universidad de Guadalajara, Héctor Raúl Solís Gadea, reconoció el trabajo que hacen las instituciones federales y estatales, además de las entidades universitarias, para hacer posible este premio.
Felicitó a Solano y le pidió que este premio sea un aliciente para que siga su trabajo creativo y su labor de rescate en lenguas originarias.
El premio consiste en un cheque de 300 mil pesos, la publicación de la obra, una estatuilla de madera labrada por el escultor jalisciense Camilo Ramírez y un reconocimiento.