Por Gilberto Padilla García
Con un templo completamente lleno, la feligresía de la Parroquia de San Francisco de Asís de Chapala recibió al presbítero Octavio Rico Álvarez en una misa de bienvenida celebrada el martes 20 de agosto.
El padre Octavio, originario de la localidad de La Cofradía de la Luz, municipio de Cocula, Jalisco, fue ordenado sacerdote en el mes de mayo del 2021 en el Santuario de los Santos Mártires Mexicanos y llegó procedente de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Villa Corona, siendo Chapala su segundo destino a tres años de su ordenación.
La Parroquia de San Francisco de Asís se refuerza con la llegada del padre Octavio para colaborar con las labores pastorales, dijo el párroco Octavio Moreno Olivares al pronunciar su homilía.
“Hoy, en nuestra iglesia particular de San Francisco de Asís, vemos la mano de Dios una vez más, chiqueados por nuestro padre Dios. Hoy recibimos a un nuevo sacerdote en nuestra comunidad, y como los mosqueteros, cinco para uno y uno para cinco, y padre Octavio, no hay quinto malo”, agregó.
Señaló que así como María Isabel cuestionó la visita de la Virgen María, siendo ésta la madre de Dios, lo mismo se deben preguntar los fieles de Chapala por la llegada del padre Octavio.
“¿Quiénes somos nosotros, tan chiqueados, para merecer tan grande regalo de contar con cinco sacerdotes?, ¿Qué hemos hecho para merecer este gran regalo mis hermanos?, preguntémonos y respondámonos desde nuestro corazón”, cuestionó Moreno Olivares, quien dio la bienvenida al nuevo sacerdote, a quien deseó que su estancia en Chapala sea de alegría, de conocimiento y sobre todo, “gastando tu vida al servicio de los demás”.
Antes de dar la bendición a todos los fieles, Rico Álvarez agradeció la bienvenida a la comunidad, al párroco y a los vicarios Orlando Flores, Antonio Gutiérrez y Efrén García, con quienes trabajará de ahora en adelante.
Dijo sentirse contento de poder servir en Chapala como sacerdote, donde caminará bajo la protección de San Francisco de Asís, practicando las virtudes de la humildad y la sencillez.
“Quiero primero, ante todo, solicitar su oración para este servidor y así, como dicen las oraciones, seguir cumpliendo cabalmente con los mandatos de nuestro señor Jesucristo”, finalizó.
La misa de bienvenida terminó con una convivencia en el atrio del templo.