Por Gilberto Padilla García
Pocos son los detalles que faltan por realizar para ponerle fecha a la inauguración de un mural dedicado a la mítica serpiente emplumada, Quetzalcóatl, el cual ha sido plasmado en un muro que se encuentra en la carretera Chapala-Jocotepec, junto a la ciclopista, al poniente de Ajijic.
Los trabajos en el mural que fue diseñado y elaborado por el artista Marco Alonso Zaragoza Vázquez, con ayuda de varias personas, culminaron desde el pasado 15 de julio; sin embargo, aún faltan algunos detalles por realizar como la instalación de varias placas y otros pendientes.
Se pretenden instalar dos placas con los nombres de la obra y del artista, otra para agradecer a las personas –tanto nacionales como extranjeras- que apoyaron económicamente y en especie para la realización del mural, así como a las autoridades municipales.
Y no solo faltan las placas, sino también la colocación de nuevas plantas en las estructuras de cemento que dividen a la ciclopista de la carretera y realizar una limpieza general de la zona, informó Zaragoza Vázquez, al mencionar que el mural fue visitado por el alcalde la semana pasada.
La elaboración del mural que se localiza a un costado de la carretera, entre las calles 5 de Febrero y Álvaro Obregón, comenzó el pasado 8 de febrero, primero con la preparación del muro de 50 metros de largo y luego con instalación de azulejos de talavera y de vidrio en varios colores, como si fuera un rompecabezas.
Desde hace varios años, Marco Alonso tenía la idea de realizar un mural de Quetzalcóatl utilizando la técnica del azulejo en Ajijic, pero no encontraba el espacio adecuado para realizarlo, hasta que dio con el muro de piedra que se encuentra junto a la ciclopista, por lo que procedió a realizar el diseño.
Aunque el mural está dedicado a Quetzalcóatl, que era el dios más poderoso para los teotihuacanos, mexicas, toltecas, olmecas y mayas, aunque para estos últimos era denominado Kukulcán, también se hace referencia a leyendas y a los fenómenos naturales ocurridos en la ribera norte.
Representará a la “Sarpie”, una serpiente de gran tamaño que, según cuentan los abuelos, salía del Lago de Chapala y se escondía en unas cuevas que están pasando San Juan Cosalá, y a las llamadas “culebras de agua” -o trombas- que se presentan durante el temporal.