Por Gilberto Padilla García

El dictamen de una inspección realizada por personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), con sede en Jalisco, reveló que el restaurante de comida argentina Barrio de Quilmes, ubicado en el muelle de Ajijic, está conectado al sistema de drenaje local y no arroja aguas negras al Lago de Chapala.

Durante la visita de inspección realizada el pasado 5 de septiembre, el personal de PROFEPA verificó que las aguas residuales generadas por el restaurante son dirigidas por medio de tubos de PVC de diferentes diámetros, los cuales se encuentran debajo del restaurante y que están a la vista, debido a que el nivel del Lago de Chapala es bajo y lo permite.

Además, los tubos que reciben y dirigen las aguas residuales se unen en una de las esquinas a un solo tubo, el cual corre en dirección contraria al vaso lacustre, pegado al muelle, hasta conectarse al sistema de drenaje municipal, según señala el acta de inspección PFPA/21.2/2C.27.1/034-23, del cual se tiene una copia.

“No se identifica, al momento de la inspección, descargas de aguas residuales al cuerpo de agua nacional identificado como Lago de Chapala por parte del establecimiento visitado”, indica el documento, el cual agrega que no hay indicios de afectaciones a la flora o fauna en las inmediaciones del restaurant.

Al dar a conocer el dictamen, el empresario Héctor Fabio Rizo Jasso, quien tiene la concesión del muelle de Ajijic por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y es socio del restaurante, desconoció quién solicitó la inspección al establecimiento; sin embargo, el dictamen vino a confirmar que no se arrojan contaminantes al Lago de Chapala.

“Barrio de Quilmes ha sido atacado por muchas instancias, principalmente por el Ayuntamiento y por gente a la que no le gusta la prosperidad, porque supuestamente nuestro drenaje va al Lago de Chapala y siempre hemos dicho que es una mentira, porque estamos conectados desde 1989 al sistema de drenaje”, aseguró.

El pasado 9 de abril, en las redes sociales circuló un video en donde se apreciaba un derrame de aguas negras de un registro construido junto al muelle de Ajijic, donde llegan las aguas negras generadas por el Barrio de Quilmes y se conectan al drenaje local, el cual se ve saturado por todas las descargas que recibe y el agua busca su salida.

En entrevista con medios de comunicación locales, Rizo Jasso dijo que el problema radica en el colector del malecón de Ajijic, a donde llegan todas las descargas del Pueblo Mágico y se ve rebasado, así como en las plantas de tratamiento que no trabajan de manera adecuada y eficiente, generando problemas de contaminación.

“Mientras esos colectores no sean desazolvados periódicamente, vamos a tener tapones y lógicamente, el agua sucia va a salir por cualquier alcantarilla, porque están a desnivel, por eso brotan las aguas, pero el dictamen de la PROFEPA determina que estamos conectados al drenaje y no tiramos ni una sola gota a la laguna”, agregó.

Comentó que el dictamen lo recibió hace un mes, pero apenas lo hizo público para aprovechar la visita de los extranjeros en estos meses que procuran el cuidado del medio ambiente y se fijan en esos detalles, “y para que esos ecologistas trasnochados se den cuenta de que ese restaurante cumple con las normas ambientales”.

En otro tema, Rizo Jasso informó que Barrio de Quilmes aún opera sin licencia, ya que ésta no ha sido renovada por el Ayuntamiento, a pesar de que la Cuarta Sala Unitaria del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado le ordenó en el mes de junio del 2022 que entregue el refrendo de la licencia municipal correspondiente al 2022.

Ya se cumplió un año y la licencia no ha sido expedida, además que el Ayuntamiento presentó un recurso de no cumplimiento ante la Cuarta Sala Unitaria, acompañado de un dictamen de Ecología y otro de Protección Civil, donde señalan irregularidades en la construcción, como PTRS oxidados y el uso de tablaroca en lugar de ladrillo, entre otras cosas.

“Cayó en desacato con esa huichazada y es por algo, por algún interés muy raro por ahí”, insistió Rizo Jasso, al mencionar que la CONAGUA no permite construcciones fijas en las zonas federales, sino material desmontable y de fácil retiro, “por lo que el argumento de Ecología no procede, está fuera de la realidad”, finalizó.