Por Redacción

Después de que se diera a conocer la construcción de un cárcamo cerca del Lago de Chapala, al parecer en la zona federal, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) clausuró los trabajos que realizaba el Ayuntamiento de Chapala, a través de SIMAPA, sin permiso, en la agencia municipal de Riberas del Pilar.

Hasta el lugar de la obra, ubicado hasta el final de la Avenida del Pilar, junto al botadero conocido como Mirasol, llegó personal de la CONAGUA para poner el sello de clausura el martes 30 de enero, en lo que se determina si los trabajos se realizan dentro de la zona federal o en un predio municipal, y se otorgan los permisos correspondientes.

En entrevista con medios locales, el alcalde Alejandro de Jesús Aguirre Curiel defendió la construcción del registro que tiene que ver con la solución que se le pretende dar a los vecinos de Riberas del Pilar que carecen del servicio de drenaje y utilizan fosas sépticas desde hace más de 20 años.

Se trata de una obra que ayudaría a bombear las aguas negras de Riberas del Pilar a la planta de tratamiento de San Antonio Tlayacapan, por lo que se realizó una excavación de alrededor de 3 metros de profundidad y 10 metros de ancho, en un predio que formaría parte del patrimonio municipal.

Explicó que después del registro seguiría la construcción de la red de drenaje, en colaboración con los vecinos de Riberas de Pilar, para que puedan conectarse al sistema. Informó que 2 mil usuarios carecen del servicio de drenaje, el cual tendría un costo de 15 millones de pesos aproximadamente.

La obra generó inconformidad entre activistas y grupos ambientalistas de la ribera, al considerar que la obra se realiza en zona federal y que podría convertirse en una fuente de contaminación directa para el Lago de Chapala. Acusaron que está en una zona inundable y que antes de realizar movimientos de tierra se debieron realizar estudios de impacto ambiental.

Vecinos de Riberas del Pilar consultados por este medio opinaron que la obra sería un beneficio para el fraccionamiento, ya que dejarían de utilizar las fosas sépticas que realmente son un riesgo de contaminación del suelo y el agua si no se mantienen adecuadamente.

“No sé si tengan los permisos o no para hacer lo que estaban haciendo, pero de que se necesita hacer algo, se necesita hacer algo, porque no podemos seguir sin drenaje”, dijo Adrián.

Otro vecino, quien pidió el anonimato, indicó que si una fosa séptica está ubicada cerca de un cuerpo de agua y no se gestiona de manera apropiada, los contaminantes podrían filtrarse al suelo y eventualmente, llegar al agua del Lago de Chapala, afectando su calidad del agua y el ecosistema que lo rodea. Hasta el cierre de esta nota, la obra seguía clausurada.