- Autoridades del Ayuntamiento afirman que las calles no pertenecen al fraccionamiento, sino al municipio.
Por Gilberto Padilla García
Por usos y costumbres, alrededor de 25 vecinos del fraccionamiento Mirasol se manifestaron el lunes 24 de enero, para exigir a las autoridades del Ayuntamiento de Chapala que vuelvan a cerrar las calles que durante 25 años permanecieron bloqueadas al tránsito vehicular.
Se trata de las calles Lirios, Tulipanes y Tabachines que fueron reabiertas por personal del Ayuntamiento durante un operativo que se llevó a cabo el jueves 20 de enero, sin haber tenido un diálogo ni acuerdos previos con los vecinos antes de retirar las cadenas y rejas de dichas calles.
Los inconformes pidieron hablar con el alcalde Alejandro de Jesús Aguirre Curiel; sin embargo, fueron atendidos por el Jefe de Gabinete, Joaquín Huerta Barrios, y algunos otros funcionarios, como la Secretaria General, Lilia Alvarado Macías, y el regidor Jesús González Amezcua.
“Con base en los usos y costumbres exigimos se vuelvan a cerrar y no hacer caso a los intereses particulares de personas ajenas al fraccionamiento”, dijo uno de los vecinos, al dar lectura a un pliego petitorio que dirigieron al alcalde de Chapala, acompañado de 128 firmas ciudadanas.
Denunciaron que las personas que hicieron la reapertura de las calles no exhibieron ninguna orden por escrito, además de que actuaron con prepotencia, pues además de liberar las calles mencionadas, talaron dos tabachines y un hule que tenían más de 15 años de antigüedad.
Atribuyen la reapertura de las calles a que, como las calles San Diego, San Pablo y Arroyo Hondo están en malas condiciones, ahora los vecinos de las propiedades y cotos aledaños quieren hacer uso de las calles de Mirasol que han mantenido en buen estado con sus propios recursos.
“Ahora quieren pasar por nuestras calles que están en buen estado, porque así las hemos mantenido y se nos hace totalmente injusto que en lugar de reparar las calles, quieran usar y destruir las que se encuentran en buen estado», indicaron en el escrito que fue sellado de recibido.
Consideran que con la reapertura de las calles aumentará el tráfico de vehículos pesados causando daños al adoquinado, a las tuberías de drenaje y agua potable, así como accidentes y atropellamientos, “aumentará la inseguridad y consecuentemente los robos y hasta secuestros”.
Por su parte, el Jefe de Gabinete dijo que las acciones fueron en respuesta a una petición que se recibió el 10 de diciembre del año pasado, acompañada de alrededor de 60 firmas, en su mayoría de vecinos del fraccionamiento Jacarandas, donde solicitaban la reapertura de las calles de Mirasol.
Aclaró que las calles no le pertenecen al fraccionamiento, sino al municipio, a quien le fueron cedidas las calles en el mes de diciembre de 1987, por lo que las acciones que se llevaron a cabo no están fuera de la ley, además de que existen algunos otros fundamentos legales.
Las acciones se realizaron con apego al artículo 11 de la Constitución, el cual dice que toda persona tiene derecho al libre tránsito, y al artículo 22 de la Ley de Movilidad, el cual señala que son atribuciones del Ayuntamiento mantener libre de obstáculos u objetos que impiden, dificulten u obstruyan el tránsito vehicular o peatonal.
Lo que llama la atención a los vecinos es que después de 25 años, el Ayuntamiento se interesó en recuperar las calles cuando nunca ha invertido en su mantenimiento, incluso, acusan al titular de la Dirección de Movilidad de haber influido en la reapertura de las calles, “porque por ahí vive”.
“Atrás hay un fraccionamiento nuevo que acaban de abrir, entonces, después de 25 años les despertó el interés de abrir las calles, pero no se dan cuenta que bajo el concepto de usos y costumbres, desde hace 25 años nosotros tenemos el derecho de que las calles estén cerradas”, dijo un vecino.
En un principio, los vecinos acusaron a René Ochoa González, quien está en el área jurídica de la Dirección de Planeación, de ser uno de los interesados en que se reabren las calles, a lo que el funcionario aclaró que ya no vive en la zona desde hace seis meses y que no tiene ningún interés en el asunto.
Finalmente, los vecinos hicieron entrega del pliego petitorio y Huerta Barrios les dijo que éste será atendido, incluso, los inconformes obtuvieron una cita para reunirse con el alcalde de Chapala en la primera semana de febrero con la intención de llegar a un acuerdo.