Cristina Flores
En nuestra ciudad tenemos la bendición de contar con personas que, sin ser de Chapala, trabajan arduamente en pro de nuestra gente sin esperar nada a cambio, más que la satisfacción de hacer el bien.
Una de esas personas es la señora María Enciso quien es oriunda de Ciudad Guzmán, pero la vida y las circunstancias han hecho que considere Chapala como su segundo hogar.
En esta ocasión conoceremos la historia de la señora María de Jesús Pérez García a la que todos sus amigos conocemos como Mary Enciso ya que está casada con el chapalense Andrés Enciso. Mary es hija de la señora Josefina García Ávalos y de José Pérez Cervantes. Nació en Ciudad Guzmán en donde cursó su primaria y secundaria, además de estudiar las carreras de Contador Privado y de programación de computadoras. Tiempo después al graduarse entró a trabajar al Instituto Mexicano del Seguro Social como encargada del departamento de archivo y correspondencia. Por cuestiones económicas la mamá de Mary y sus hermanos emigraron a Los Ángeles, California, mientras ella se quedó en Ciudad Guzmán atendiendo su trabajo.
Cuando cumplió 20 años decidió ir a vacacionar a la Unión Americana y lo que inició como un viaje de placer se convirtió en una estadía permanente que ha durado hasta la fecha. Al llegar a Los Ángeles entró a trabajar a una compañía textil en donde coincidentemente laboraban personas oriundas de Chapala (Chela Arrayga, Guillermina Negrete “La Chata”, Carmen Real y Sandra Vásquez) y fue ahí en donde empezó a escuchar sobre Chapala y su gente. La mamá de Mary por su lado también conocía gente de Chapala y convivía con ellos. En una ocasión le platicó que había sido invitada a un bautizo y para que no se quedara sola le pidió que la acompañara. Mary sin darle mayor importancia fue a la fiesta sin imaginar que ahí conocería al chapalense Andrés Enciso quien tiempo después sería su gran amor y compañero de vida. Semanas después una sobrina de Mary llamada Laura López fungió como cupido ya que, sin ellos saberlo, los invitaba al cine y a otros lugares con la finalidad de que se conocieran y se empataran.
El trabajo de Celestina de Laura surtió efecto y el noviazgo se dio con tal intensidad que a los seis meses ya eran marido y mujer.
Por su parte Andrés cuenta una anécdota que demuestra que cuando uno le pide a Dios un deseo con todo su corazón, él lo oye y lo concede. Resulta que cuando Andrés vivía en Chapala, un día lluvioso en el que se había hecho “la pinta” de la secundaria, estando en el manglar frente a la laguna, le pidió a Dios con mucha devoción que le concediera casarse con una mujer hermosa originaria del otro lado de la laguna, petición que años después Dios le concedió. Los años pasaron, el matrimonio se asentó en Bellflower, California, y formaron su propia familia con la llegada de sus hijos: Andrés Eduardo y Karen Jazmín, además de su nieto Andrés Jayden.
Mary al casarse con Andrés entró de lleno a relacionarse con los hijos ausentes de Chapala, pues era común que lo acompañara al parque los sábados a verlo jugar futbol.
Recuerda con agradecimiento a Liz Alcántar por ser la primera persona que le dio la bienvenida al grupo y la presentó con todas las familias.
Su carácter alegre y extrovertido rápidamente se hizo notar y sin problema alguno se acopló a todos e inició una relación de amistad cercana, que hasta la fecha perdura.
En ese grupo conoció a Rogelio Sánchez (QEPD), Pily Jara, Mónica Pulido, Sergio Sánchez, Raúl Ramírez, Familia Rodríguez y Troquita Padilla (QEPD) entre muchos otros.
Cuenta también que era tan buena la convivencia que se les hacían largos los días para que llegara el sábado cuando armoniosamente se reunían las familias a jugar, comer y convivir.
Siempre es común que las mujeres encabecen proyectos humanitarios y fue así como, a la par del grupo “Chapala Hijos Ausentes”, nació “Chapala Girls”, una agrupación de mujeres chapalenses que se dedica, junto con sus familias, a trabajar organizando eventos con la finalidad de apoyar causas sociales como operaciones médicas, compra de medicamentos, despensas, donación de zapatos, fiestas patronales, etc.
Uno de los eventos en el que han participado como agrupación y que les ha dado mucho orgullo, es cuando aceptaron la invitación que les hizo el “Comité Mexicano Cívico Patriótico” del Este de Los Ángeles para que Chapala estuviera presente con una Delegación en el desfile de celebración de las Fiestas Patrias.
Semanas de reuniones con los organizadores, preparación, vestuario y ejecución dieron como resultado un digno y hermoso contingente donde los y las chapalenses desfilaron con ropa típica, una canoa, la réplica de nuestro arco del faro que dice “Chapala rinconcito de amor” y todo lo anterior sonorizado con la canción del compositor Pepe Guizar “Chapala”. El grupo está muy agradecido con toda la gente que fue a apoyarlos con su presencia y alegría.
Todo este trabajo realizado en conjunto ha hecho que se vean como una sola familia, ayudándose en las buenas y en las malas.
Dice Mary que ojalá las nuevas generaciones sigan apoyando y acrecentando estas agrupaciones para que en un futuro sigan beneficiando a la gente del pueblo de sus padres y abuelos.
Escuchando hablar a Mary, pareciera que estamos conversando con una chapalense orgullosa de su tierra ya que se expresa con pasión de nuestra ciudad y costumbres. Dice sentirse encantada de la tierra de su esposo, a la que ahora considera como suya y en la espera (cuando estén ancianos), venirse a vivir para sentarse en el malecón a ver los hermosos amaneceres y atardeceres que nos caracterizan.
Así que queridos lectores Mary Enciso es un claro ejemplo de las personas que ha aprendido a querer Chapala y quienes sin ninguna obligación trabajan duro en beneficio de nuestra gente.
Por este medio le deseo gran éxito a su esposo Andrés Enciso quien próximamente llevará a cabo un cuadrangular de futbol en Los Ángeles donde participarán muchos paisanos por el sólo gusto de reunirse.
Le agradezco también por este medio las atenciones que tuvo conmigo y mi familia.