En este momento estás viendo De Chapala al malecón, todo es panteón

De Chapala al malecón, todo es panteón

Por Javier Raygoza Munguía

La mayoría de fincas que ahora están en el llamado pomposamente “centro histórico de #Chapala” tienen algo en común: cuando las construyeron o remodelaron, se encontraron huesos humanos… Y hasta la fecha.

Bastante gente local tiene anécdotas de que cuando estaban haciendo los cimientos de su casa, reparaciones, etc., se hallaban restos humanos, algunas veces acompañados de ollitas, puntas de flecha y demás figuras votivas.

En lo personal, me tocó observar cuando se estaban instalando los drenajes en el cruce de la Av. Hidalgo y Av. Madero, la retroexcavadora llegó a sacar de vez en cuando pedazos de ollas y huilanches.Se sabe que alrededor de la actual parroquia de Chapala había un cementerio.

Según datos En el año de 1548, fray Juan de Almolón inicia la construcción de una iglesia en Chapala “que fue una construcción sencilla; de adobe y zacate”.Por el año 1567 se menciona el cementerio de la iglesia de Chapala donde “Francisco Tenorio, plantó naranjos del cementerio de la iglesia de Chapala”Hay un documento datado el 11 de julio de 1873 donde dice el director político del departamento de Chapala le escribe al jefe político del 1er cantón de Guadalajara: “hoy que se cambió la cabecera del departamento a esta villa y que me hice cargo de la oficina del Registro Civil, me encontré que el cementerio que está contiguo a la iglesia que es el lugar donde sepultan los muertos por no haber camposanto, está a disposición del cura, y a él es a quien le pagan los derechos de entierros todos los vecinos de esta villa, cuando se les ofrece.

“Como las leyes de Reforma y otras disposiciones que hay, previenen que los camposantos queden a disposición de las autoridades políticas o jueces del estado civil. Le suplico resolver si puedo recoger el cementerio, y decirme en que se deben invertir los fondos que se reúnan de este producto.“Mi duda consiste que, por estar éste pegado a la iglesia y ser esta la entrada para ella, no pueda quedar del todo a disposición de la autoridad política”.

En agosto de 1886 el Ayuntamiento de Chapala informa que, “entre una de las mejoras más urgentes en esta villa, está la del cambio del cementerio viejo a otro lugar” por lo que en 1887 se inicia la construcción del cementerio municipal, “en donde ya se realizan inhumaciones y se clausura el anterior”.

Los cronistas que hablan sobre Chapala, desde los fantasiosos, hasta los fabricados a vapor por los trienios que hemos padecido, no hablan del cementerio contiguo a iglesia de San Francisco de Asís y por qué se siguen encontrando restos humanos a distancias hasta de casi un kilómetro de la parroquia y prácticamente por todo Chapala.

Algunas personas –que no son sesudos cronistas mitómanos-argumentan que pese a la evangelización de los indígenas de la zona, siguieron con sus costumbres y quizás enterraban a sus muertos fuera del cementerio, probablemente porque no estaban convencidos de la nueva religión o porque para los curas y “gente de razón” según sus datos, eran seres inferiores… O no tenían dinero para sobornar a los emisarios de Dios y ser enterrados en el camposanto para así tener entrada directa a la Gloria.

Tal vez por eso en nuestras oficinas de este semanario sentimos frío, escalofrío, se nos enchina la piel, oímos ruidos, se cierran puertas y estamos sobre un cementerio prehispánico o sobre entierros indígenas clandestinos… como posiblemente muchas fincas de Chapala. ¿Ustedes qué piensan?

Comparte esto:

Deja una respuesta