Por Javier Raygoza Munguía
Se llama Everardo García González, pero lo conocemos como Lalo, o Lalo Café, y casi todos los días, menos el domingo, lo vemos en su negocio El Árbol de Café tostando esta semilla que él mismo produce en su huerto.
El Árbol de Café está en Chapala, ubicado en un histórico lugar que hace muchos años, allá por los 60’s del siglo XX, fue el Balneario Las Delicias, y precisamente donde ahora están los locales comerciales, eran baños termales privados -que se llenaban con agua caliente de los veneros que hay a lo largo y ancho de la boluda Avenida Hidalgo- y luego se tiraba al lago para llenarlas de nuevo.
Posteriormente ese espacio se convirtió en La Pantera Rosa (donde dicen que se apareció el Diablo) que en los años 70’s fue muy popular.
Ahora se llama Plaza Las Palmas, donde negocios de todo giro ha habido ahí, desde restaurantes que nunca han funcionado, casas de cambio, hasta tiendas de ropa y de celulares, etc., pero El Árbol de Café, que desde 1997 lo tiene Everardo García González, es uno de los pocos negocios estables y más antiguo en esa plaza.
El gusto por la elaboración y todo lo relacionado con el café lo adquirió en su estancia en Estados Unidos en algún momento cuando trabajó en ese giro a mediados de los años 80’s.
Si bien es cierto que en la ribera de Chapala ha habido cafetales desde Tlachichilco hasta Jocotepec, puede decirse sin temor a equivocarnos que Lalo Café fue uno de los pioneros en introducir, promover y convertir en negocio este producto en la zona y, a una distancia de 27 años, actualmente Chapala -como dicen los guadalajareños cuando se refieren a la ribera- goza de un prestigio en la cultura del buen café, cafeterías para todos los gustos y precios (algunas le compran producto a El Árbol de Café) con exigentes bebedores y hasta cafetales propios como el del Árbol de Café que produce y muele su coffea (nombre científico del café y que es de la familia Rubiaceae).
En un documento datado en el año de 1877 con fecha del 12 de diciembre dice: “Los terrenos de la municipalidad de Chapala, son en su mayoría improductivos y la parte pequeña que se cultiva da apenas el doble del gasto que se invierte para el beneficio; esto es, cuando el temporal de las aguas no es muy abundante, pues de lo contrario la pérdida es casi completa”. Y agrega más adelante que las tierras son “…muy a propósito para el cultivo de café, trigo, caña y otras diversas plantas de mucho valor y consumo…”
Actualmente sabemos que las mejores condiciones climáticas para el desarrollo y la producción de la planta de café son, temperaturas entre 21°C y 22°C, 1,800 horas de sol al año y una precipitación anual de lluvia de entre 1,500 mm y 2,000 mm.
Aquí en la ribera tenemos un clima semicálido, semihúmedo, la temperatura media anual es de 19.4°C, y su temperatura mínima y máxima promedio oscila entre los 10°C y 29.1°C. La precipitación media anual es de 934 mm mientras que la precipitación promedio acumulada es de 653.79 mm. Y, aun así, hay quienes les apuestan a la siembra, cosecha y producción de cafetales como Lalo.
Como quiera que sea, el clima que hay en El Árbol de Café es de afectivo con tendencia cálida a atención familiar causado por los clientes que casi diario están ahí y la temperatura es amigable gracias a la disposición de Lalo, Claudia su esposa, sus hijos Karen, Riqui y su nieta Jimena; y por supuesto sus empleadas que saben casi siempre cómo degusta el café cada parroquiano.
Ah… Y si usted ve a algún consumidor habitual de El Árbol de Café en algún otro negocio o desparramados por las cafeterías de la zona, no se asuste, es que cerraron ese día.