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Rebeca García Cervantes

Por Cristina Flores

Fue su carácter que la sacó adelante, el compromiso con sus hijos la inspiró para no rendirse y su férrea disciplina es la que le ha permitido seguir avanzando.

Estoy hablando de la señora Rebeca García Cervantes, una mujer fuera de serie.Muchas mujeres al primer tropiezo se rinden, otras pronto se cansan de luchar, pero Rebeca García ha demostrado que cuando se quiere se puede, todo es cuestión de trabajo y tenacidad.

Rebeca García Cervantes nació el 17 de julio de 1950 en Buena Vista Jal., Delegación de Ixtlahuacán de los Membrillos.Sus abuelos Aurelio y Josefina fueron el mayordomo y el ama de llaves de la Hacienda de los Capetillo (la hacienda de Buena Vista era propiedad de la familia Capetillo), una próspera finca en donde se sembraba agave y se producía rico tequila que era el orgullo de sus propietarios.

Cuando Doña Guadalupe viuda de Capetillo quiso diversificar sus negocios, compró los baños de aguas termales (Las Delicias) que estaban en donde años después estuvo “La Pantera Rosa” en Chapala y se trajo para administrarlos a los abuelos de Rebeca.

En Buena Vista se quedó su hija de nombre María de la Luz Cervantes Sánchez (mamá de la señora Rebeca), quien a los 16 años se casó con José de Jesús García Covarrubias y procrearon 8 hijos, de los cuales les sobrevivieron cinco: Ramiro, Rebeca, Josefina, Enrique y Luz Elena (QEPD).Sus padres encontraron trabajo en Chapala en “Villa Lourdes” (por la Av. Hidalgo), una casona de familias ricas de Guadalajara en donde vivieron por algún tiempo en el que la pequeña Rebeca estudió sus primeras letras con la maestra Triny Real en el Colegio Chapala.

Añorando el campo y la hacienda, al poco tiempo regresaron a Buena Vista en donde la familia siguió trabajando hasta que Rebeca y su hermana Josefina vinieron a Chapala a estudiar la carrera de Contador Privado en la Academia Comercial México.

En 1968 al terminar la carrera, de nuevo la familia regresó a Chapala, con tan mala suerte que al año siguiente murió su papá, obligando a los hijos mayores a buscar el sustento para toda la familia. Ramiro, el mayor emigró a los Estados Unidos y Rebeca encontró trabajo en el área administrativa del Supermercado de Fernando Cuevas.

A los pocos meses su hermana Josefina y ella se fueron tras el sueño americano y durante tres años y medio radicaron en San Francisco, California; ella trabajando en una fábrica de ropa mientras su hermana estudiaba la “High School”. El estilo de vida americano no convenció a las hermanas García y aunque ya dominaban el idioma inglés, sin pensarlo dos veces regresaron a Chapala en donde la joven Rebeca trabajó un año en el Restaurante La Viuda y cuatro años en el entonces Banco Refaccionario De Jalisco.

En 1975 Rebeca contrajo nupcias con el señor Alberto Alcántar Beltrán con quien tuvo dos hijos: Karina y Adalberto. El matrimonio no prosperó y de nuevo soltera en 1979 regresó a trabajar en Banca Serfín en donde laboró los siguientes once años.

La responsabilidad de sus hijos y el compromiso de trabajar para ellos hizo que decidiera traer a vivir a su casa a su mamá, Doña Luz, quien la apoyó siempre en el cuidado de sus hijos y del hogar.

En busca de nuevas oportunidades y ante el incremento del negocio de bienes y raíces entró a trabajar al “Laguna Real Estate” en donde estuvo por 24 años.

Al mismo tiempo mientras trabajaba en la inmobiliaria, en 1998 su hermana Luz Elena y su cuñado José Antonio le traspasaron una licorería que tenían en la calle Colón en Ajijic, con tan buena suerte que aún la tiene después de 23 años. También se hizo de una perfumería con la que duró 6 años.

El exceso de trabajo no la distrajo de su principal objetivo que era sacar a sus hijos adelante, quienes se esmeraron en sus estudios logrando sendas becas para estudiar en Europa y Canadá.El éxito que ha tenido en sus negocios no empaña en lo más mínimo su logro más grande que son sus hijos, quienes han valido cada esfuerzo, cansancio y desvelo al verlos ahora convertidos en exitosos profesionistas. Karina estudió Administración de Empresas y es ahora ejecutiva de una financiera y dueña de una céntrica cafetería y Adalberto quien es Economista, igualmente trabaja en una empresa del mismo ramo.Se siente llena de orgullo al constatar que hizo buen trabajo (junto con su ex esposo Alberto quien siempre estuvo al pendiente de ellos). También se dio tiempo de enseñarlos a valorar el trabajo pues al mismo tiempo que estudiaban le ayudaban en la licorería.

Desgraciadamente en el 2017 murió su mamá quien fue un ángel y el más grande motor para ella y sus hijos. La pandemia del coronavirus fue otro duro golpe para sus negocios, pero por fortuna la situación ha mejorado y de nuevo la venta de casas ha tenido un repunte beneficiando tanto a vendedores como compradores.

En la actualidad Rebeca sigue viajando lo más que puede y trabajando en “Ajijic Real State”, además de administrar algunas casas en renta, así como disfrutar de sus amistades y de sus tres nietas, hijas de su hijo Adalberto: Sofía, Renata y Julia, niñas con un alto coeficiente intelectual que las ha llevado a competir (Sofía) en las olimpíadas de matemáticas en Vietnam y (Renata) en gimnasia olímpica.

Por último quiero agregar que además de todas las cualidades antes mencionadas, su servidora puede confirmar que Rebeca es una excelente vecina ya que llevamos viviendo, una enfrente de la otra, más de 30 años, recibiendo de ella sólo amistad, atenciones y favores y es por eso que le tengo un cariño muy especial. ¡Felicidades por todos tus logros querida Rebeca.

24Cristina Flores Desales, Carlos Edmundo Arroyo y 22 personas más2 comentarios1 vez compartidoMe gustaComentarCompartir

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