Por Cristina Flores

“He dedicado sesenta y ocho años de mi vida a la música y a tocar mi trompeta con la que he recorrido ciudades y países en donde he puesto en alto el nombre de Jalisco y por supuesto el de Chapala”.

Mi padre se llamaba Rafael igual que yo, era oriundo de Jocotepec y se apellidaba Ibarra León; Mi madre fue María de Jesús Gómez y nació en Tizapán el Alto, Jal.

Fuimos trece hermanos, de los cuales sobrevivimos once. Mi padre de oficio fue pintor de brocha gorda, aunque nos platicaba que en su juventud fue soldado y que andando en la tropa aprendió a tocar guitarra, por lo que desde chicos nos enseñó solfeo y algunos acordes.

Estudiando en el Colegio Chapala recuerdo que mi compañero de pupitre Ángel Martínez Becerra me invitó a integrarme a la “Banda Niños Héroes” en donde, como todos, empecé a aprender a tocar varios instrumentos a la vez.

Yo siempre llegaba temprano a los ensayos pues no tenía instrumento propio y debía practicar con los que eran de la banda, así que con suerte, podía practicar saxofón o trompeta que eran mis preferidos.

Los años pasaron y aprendí a tocar clarinete, saxofón alto, tenor y trompeta.

Cuando cumplí 18 años de edad me enamoré de Graciela Barón Magallón con quien tuve ocho hijos: Jorge, Graciela, Cecilia (qepd), Laura, Rafael, Esperanza, Adriana y Ana.

Seguro de que mi preparación musical, pronto me acomodé a tocar en la “Orquesta de José Díaz de los Santos” en Zacoalco de Torres en la que duré dos años.

Luego me integre a la “Orquesta de Paco Jáuregui” en la que pasé los siguientes 25 años de mi vida.

Con esa orquesta recorrí todo México, grabé algunos discos y tuve la suerte de ser compañero del maestro Isidro Martínez (primera trompeta de Alejandro Fernández) y de Rafael Terriquez “Pili¨” (QEPD).

También tuve el honor de tocar en las siguientes orquestas: “Orquesta Nereidas”, “Orquesta de José Bolaños”, “Orquesta Siboney” (en donde duré 25 años) y en la “Orquesta de Chamaco Guerrero”.

Con mi trompeta he pisado grandes escenarios en México y Estados Unidos, así como en clubs nocturnos como el “Afro Casino” y el “Casino Las Vegas” en Guadalajara, también he estado en programas televisión y he tenido el honor de tocar en ceremonias a cónsules y embajadores.

De todos mis hijos al único que le dio por la música fue a Jorge el mayor, quien me ha acompañado a algunas giras en Estados Unidos. Él ahora es pianista de un grupo Cubano y está radicado en Puerto Vallarta.

A mi casa se han acercado muchos muchachos que me piden que sea su maestro y lo he sido con mucho gusto. Me siento orgulloso de haber sido tutor de varios entre los que destacan Mario García, primera trompeta del famoso cantante Christian Nodal y Armando Miranda, famoso trompetista que ha tocado en agrupaciones destacadas.

La trompeta, al igual que todos los instrumentos es muy celosa así que hay que practicar a diario. El año pasado, por la pandemia, tuvimos que suspender actividades en la “Orquesta Pancho Pantera” en la que toco en la actualidad, así que para no aburrirme me la pasé practicando lo más que pude.

Ahora que hemos reanudado actividades, a mis 75 años de edad, me siento más seguro que nunca, pues la experiencia adquirida me da tranquilidad y confianza, además de la felicidad que siento al tener conmigo a mi esposa y ver crecer a mis 18 nietos y mis 5 bisnietos.

“No me pienso retirar ya que la música es mi vida y sin ella no sabría qué hacer”, finalizó.