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Caminito de la escuela



Javier Raygoza Munguía

El olor a lápiz, a mesabanco, combinado con el aroma de los libros de texto gratuito, que tenían en la portada a una hermosa mujer con rasgos indígenas representado a La Patria, nunca se olvida en la primaria y tampoco el amor platónico que cada alumno tenía a sus respectivos maestros.

Dice el mito que aquellos niños que ahora celebran sus seis décadas en adelante, recordarán a la seño que les decía “A ver tú tapón de alberca, ponte en paz”; o “tú muchacha cara de india, sacude los borradores”; o “ya cállate ojos de gargajo pareces perico y pon atención”, el salón completo explotaba en risas y los niños aludidos, ni se avergonzaban y también celebraban la ocurrencia del profe.


Los maestros eran los segundos padres y corregían a los alumnos con coscorrones, pellizcos de monja, reglazos o un certero borradorazo al alumno indisciplinado desde el escritorio hasta el mesabanco de atrás, mostrando un excelente tino el docente en turno.


Nunca faltaba la hermana o hermano argüendero que llegando a la casa decía “la seño regañó a mi hermano” y la madre, lejos de molestarse y armar un escándalo, le daba otra repasada al chiquillo… Sin contar el terror de que el padre o la madre fueran llamados a la escuela por alguna queja.
Eran tiempos de polvo de gises; sacudir borradores y hacer el aseo al final de las clases y adelantar las planas acostados de panza en la banqueta afuera de la escuela.


Actualmente tenemos mucha oferta educativa en la ribera de Chapala, sin embargo el caminito de la escuela primaria fue tortuoso.
Hay registro de que en 1827 el entonces presidente del Ayuntamiento de Chapala, Crescencio Ybarra informó el 23 de junio que “la escuela dejó de funcionar desde a mediados de mayo hasta la fecha, porque los padres de familia sacaron de la escuela a sus hijos, por estar en las labores de la siembra de maíz”.


Pese a que los padres de aquellos tiempos no tenían oportunidad de instruirse en aprender a leer, sí se preocupaban, junto con las autoridades, en la instrucción de sus hijos.


El 8 de enero de 1828 se nombra al señor Victoriano Ballesteros preceptor de la escuela de primeras letras de Chapala, con un salario de 5 pesos mensuales.


El 9 de septiembre de 1829 las autoridades de Chapala acordaron que, para poder continuar la escuela, se instara a los comisarios de los cuarteles para que avisen casa por casa a los padres de familia y remitan a sus hijos a la escuela.


Debido a que los niños de entonces tenían que ayudar a la familia a pescar o sembrar se hace una Primer Ordenanza que publica el ayuntamiento de Chapala el 28 de septiembre de 1832 y dice en el capítulo 4º referente a la enseñanza pública en el párrafo 1º, “Artículo 118.- En la escuela municipal de niños de esta villa se enseñará a leer y escribir bien; mediante las reglas de ortografía, caligrafía, aritmética, religión o doctrina cristiana por medio de un catecismo religioso, los deberes y derechos del hombre por una moral política y urbanidad”.


Pero la realidad era otra, el 2 de mayo de 1848, el ayuntamiento de Chapala recibió una circular del congreso local, referente a que los ayuntamientos que no tuvieren fondos para el sostén de sus escuelas municipales informen que soliciten la ayuda de los “padres acomodados” para continuar con la instrucción escolar; sin embargo el 20 de mayo las autoridades de Chapala contestan que, estando en esta época “los padres de familia ocupados en sus labores del campo, no se podía hacer la invitación y habiéndola verificado, se calcula que apenas se cuenta con 4 pesos mensuales, por ser muy pobres en este pueblo los padres de familia y siendo de tanta necesidad poner una escuela para la niñez, siquiera para enseñar las primeras letras o mejor dicho la doctrina cristiana. Se pide licencia para gastar 4 pesos mensuales del fondo para tan importante empresa”.
El dinero siempre fue problema, en diciembre de 1850 se informa que “en el rancho de San Nicolás no hay escuelas de primeras letras, por no haber fondos con qué establecerlas, siendo que es tan recomendable”.
Sin embargo, siempre se buscó la necesidad de promover la educación; en 1855, Chapala cuenta con una escuela de tercer orden, con un presupuesto de 48 pesos mensuales.


Hasta 1862, el presidente del Ayuntamiento de Chapala, Nicolás Vallín, propone que la apertura de una escuela sea en el corredor de la casa del señor Cruz Real, “quien para tal objeto dio su consentimiento entre tanto se puede expeditar otro local más apropiado a la enseñanza”.
Todavía en 1866 en el rancho de San Nicolás no existe ninguna escuela “por ser tan escasa la hacienda municipal, no hay fondos siquiera para pagar los preceptores de ambos sexos, y a los padres de familia no se les ha impuesto la pensión que la ley señala, por ser sumamente pobres”.
Hasta 1874 queda establecida una escuela para adultos en la villa de Chapala.


El 26 de agosto de 1881 por renuncia que hizo la preceptora, Carolina Ascencio, queda cerrada la escuela municipal de niñas de Chapala, pero se abre el 19 de septiembre bajo la dirección de la preceptora Fortunata Sanabria (una adolescente que llamó la atención como oradora en un festival de 5 de Mayo).


Luego en 1883, el 9 de septiembre por no haber fondos para continuar con las escuelas municipales, se suspenden hasta que haya dinero con qué continuar.


En 1886 hay registro de dos escuelas municipales; una de niños en la que concurren cuarenta, la de niñas que asisten ciento treinta, hay otra parroquial para niños que cuenta con 36 alumnos.


En 1888 el director de la escuela municipal de Niños, Aurelio Flores, entrega el establecimiento a Vicente F. Martínez, quien toma posesión.
En 1895 La directora de la escuela municipal de niñas Carlota S. Aldana hace entrega del plantel a la señora Micaela Sampayo.


En 1901 María Guadalupe T. Ybarra, directora de la escuela mixta de San Nicolás pone en conocimiento del Presidente de la Junta de Vigilancia de Chapala, que no tiene libros de ninguna clase para trabajar, está absolutamente sin útiles.


A continuación les presento el padrón escolar de San Nicolás de 1902 a ver si encuentran a sus bisabuelos

Niñas
Enedina Raygoza, Nieves Clemente, Jesús Padilla, María González, Guadalupe Reyes, María Raygoza, Margarita Godínez, Carmen Castellanos, Rafaela Covarrubias, Catalina González, Guadalupe Covarrubias, Refugio Raygoza, Soledad Raygoza, Celsa Ortega, Librada Durán, Guadalupe Hernández, Juana Ybarra, María Ortega, Otilia Márquez, María Ramírez, Teresa Castellanos, Elvira Padilla, Carmen Hernández, Teresa Hernández, Ángela Castellanos, Emilia Reyes, María Álvarez, Adelaida García, Toribia Rivera, Dolores Clemente, Ysabel Ybarra, Simona Castellanos, Guadalupe Venegas, Senaida Ybarra, Vita Ybarra, Micaela Rodríguez, Jacoba Ybarra, Carmen Márquez, Dolores Castellanos, Victoria Orozco, Manuela Ramírez, Refugio Ybarra, Francisca Clemente, Trinidad Castellanos, Julia Ybarra, Magdalena Godínez, Cirila Venegas.

Niños
José Reyes, Francisco Ybarra, Luis Ybarra, José Venegas, Manuel Godínez, Ygnacio Padilla, Juan Ortega, Manuel Orozco, Jesús García, Benjamín Ybarra, Jesús Venegas, Severo Ybarra, Silviano Ybarra, Teófilo Orozco, Cayetano Hernández, Jesús Siordia, Trinidad Reyes, José Reyes, Guadalupe Borrayo, Trinidad Borrayo, Valentín Raygoza, Rafael Ybarra, Pablo Munguía, José Munguía, Bernabé Márquez, Victorio Parra, Gabino Siordia, Salvador Siordia, Miguel Márquez, Magdaleno Castellanos, Manuel Parra, Rodolfo L. Godínez.
En 1916 Chapala cuenta con una escuela de niños a la que asisten por término medio 158 alumnos y una de niñas con 206 alumnas.
En San Nicolás hay una escuela de niños con 32 alumnos y una de niñas con 52 alumnas.
Es importante aclarar que las escuelas eran en cuartos de casas y las rentaba el ayuntamiento a particulares.
En 1921 Dispone el gobernador del Estado que, se celebre contrato de arrendamiento con el señor Juan Seimandi, de la casa número 11 de la calle Morelos, en donde se establecerá una escuela para niños, la cual se ofreció por una renta de 50 pesos mensuales.
También dispone el gobernador del Estado que se celebre contrato de arrendamiento con la señora María Rojas viuda de Gallardo, de la casa número 15 de la calle Morelos, la cual se destinará para establecer la escuela superior de niñas y se ofreció en 60 pesos mensuales, de los cuales el ayuntamiento pagará 25 pesos con los que se harán los arreglos convenientes.


En 1930 se establece la escuela de niños en la calle Hidalgo número 135, casa propiedad de la señora Concepción Remus de Matute, esta finca fue bautizada por los niños como la casa de “los murciélagos”.


El 16 de septiembre de 1938 dentro del marco de las festividades del 128 aniversario de la Independencia de México, se inaugura la escuela General Eugenio Zúñiga, edificio destinado a la enseñanza de ambos sexos, el cual reúne todas las condiciones higiénicas y de salubridad.

EL COLEGIO DE LAS MADRES
El 6 de noviembre de 1948 llegaban a Chapala 4 hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón invitadas por el Señor Cura Antonio de Alba, su propuesta era que asumieran la dirección del colegio de niñas y luego más tarde también el de niños; pasado un tiempo se fusionarían surgiendo así el Colegio Chapala.

MÁS PRIMARIAS
En el año de 1950 La escuela primaria estatal para niños, General Eugenio Zúñiga, se inaugura para el período escolar 1950-1951.
Según datos, ese edificio estaba casi frente a la actual vieja presidencia y luego lo derribaron para hacer la plaza, que también demolieron para hacer la avenida Madero en tiempos de González Gallo…. Dice el mito.
Se inaugura para el período escolar 1953-1954, la escuela primaria estatal profesora Magdalena Cueva.

LA ACADEMIA INCA
Cuando en Chapala un joven a lo máximo que podía aspirar era ser peón de albañil, jardinero, mesero, pescador o irse de bracero a los Estados Unidos, se les abre una opción de educación, ya que el presbítero Raúl Navarro Ramos y la reverenda madre Felícitas Zaragoza Herrera, fundan la Academia Comercial INCA, dependiente del Instituto Normal de Comercio y Administración de la ciudad de Guadalajara.

Esta academia se instala en la planta alta de la casa cural de la parroquia de San Francisco de Asís, ofrece la carrera de Contador Privado.
La Plantilla de maestros en aquel entonces era Lázaro Chavarín, María del Carmen Ponce, Consuelo Siordia, Ignacio Medina y el profesor Méndez, todos de la ciudad de Guadalajara. Y los egresados de la primera generación 1953-1955 de la carrera de Contador Privado fueron: Alberto Preciado, J. Trinidad Martínez Becerra, Beatríz García, Heriberto Martínez, Antonio Martínez, Estela Rivera, Antonio Robles, Arturo Robles y José Luis Perales.

LA RAMÓN CORONA
En 1961, el 1 de Septiembre La directora María de Jesús Hernández Rodríguez comunica al Presidente Municipal, Guillermo Guijarro Solís que está preparada con esta fecha la fiesta que le indicó para la entrega de la escuela primaria federal Ramón Corona.
Varios años después se demolió para construir el Coliseo Municipal de Chapala.
Esta primaria luego fue edificada por el rumbo de la planta de tratamiento por el Parque de la Cristianía y también fue demolida junto con el edificio de la secundaria J. Encarnación Rosas, cuando se construyó dicho parque.

TENEMOS SECUNDARIA
Cuando más necesitado se encontraba el pueblo de una institución dedicada a la educación de adolescentes, surge un grupo de profesionistas y habitantes, para promover la fundación de una escuela secundaria y en 1962 nace la Secundaria J. Encarnación Rosas. Las personas que destacaron por su labor fueron: Dr. Rafael Durán Barajas, Dr. Gilberto Cueva Ruvalcaba, Lic. Juventino Mojarro Benavides, Lic. Rogelio González Jiménez; señor Salvador Alcántar Rojas; señoras; Gregoria Valadéz de Rodríguez, María Teresa Mendoza de Cuevas, Natalia Gómez de Cuevas, Amelia Escalante de Cuevas y profesora María de Jesús Hernández Rodríguez.


Impartieron las cátedras en forma gratuita: Dr. Gilberto Cueva Ruvalcaba, Dr. Rafael Durán Barajas, Lic. Juventino Mojarro Benavides, Lic. Rogelio González Jiménez, Dr. Alberto Cuevas Castellanos; profesoras, María de Jesús Hernández Rodríguez, Bertha Topete Palomera, María del Socorro Monteón Ruíz, María Eugenia Cuevas Alcántar, Ana María Herrera; señores, Kent Anderson y Francisco Morales Desales.
La primera generación de alumnos período 1962-1965 fue: María de Jesús González Aceves, Teresa Pastor Golláz, Martha Rodríguez Valadéz, Fernando Espinoza Sánchez, Antonio García Espinoza, Carlos Manuel Magaña de la Peña, José Turrado Saucedo, Salvador Ibarra López y Sergio Eugenio Garabito Valencia.


Cargar en la espalda una mochila de grueso y oloroso cuero o una bolsa de mandado que vendían en el mercado, en donde los niños llevaban sus libros de Lengua Nacional, Aritmética y Geometría; Geografía e Historia, el juego de Geometría “BACO” con el transportador, una regla, dos escuadras y un compás; lápices de colores, una libreta de doble raya y otra normal, en donde atrás tenían las tabla de multiplicar, desde la del 1 hasta la del 12, un sacapuntas o una hoja de navaja de rasurar, junto con un trompo, un yoyo o una zumba hecha con corcholatas y muchas fantasías, son recuerdos que difícilmente volverán al igual que los profes entregados a la educación que lo mismo corregían físicamente que montaban “El Ratón Vaquero”; “La Cápsula” o “El Jarabe Tapatío” para los festivales escolares… Lo que muchos adultos mayores de hoy, niños de ayer, quizás no quieren recordar los asquerosos baños copeteados que todas las escuelas -sin excepción- tenían… Y tú ¿De qué te acuerdas en la primaria?

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